Trabajar en equipo es crear una sinergia que sólo puede realizarse si hay tres voces en armonÃa: la del propio diseñador, con su experiencia y su trasfondo personal; la de los colaboradores que con conocimiento práctico aterrizan, concretan y producen las ideas; y la del cliente, que otorga su confianza y se invierte personalmente en su proyecto porque es él o ella quien debe apropiarse del diseño producido. Quién debe conectar con esa atmósfera cuidadosamente curada y creada para representarlo.
Y es que al final, todo es irrelevante y superfluo si no existe esa conexión. Porque el diseño interior no tiene otro propósito mayor que el de ayudar a nutrir ese trasfondo del cual se origina, enriqueciendo la vida, potenciando nuestra experiencia en el espacio y conformando a través de todos estos elementos el escenario donde las verdaderas protagonistas son las personas.